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¿Cuáles son los beneficios de tener a una doula?

La doula proporciona cuidados emocionales, ofrece información, ayuda a elaborar el plan de parto y nacimiento, esta contigo para responder dudas, tanto a ti como a tu familia en el embarazo, parto y posparto.

No está cualificada para desarrollar ninguna tarea clínica, para ello están los sanitarios. Sin embargo, puede tener amplios conocimientos sobre masajes, reflexología, homeopatía, lactancia y crianza. Es la persona elegida por la mujer y su pareja para acompañarlos en su transición hacia la maternidad y paternidad.

El trabajo de la doula se origina con la tarea que tradicionalmente realizaban otras mujeres de la familia o vecindario (hay muchas culturas que se siguen haciendo).

Uno de los aspectos que diferencia el papel de la doula es su cuidado continuo. Cuando el trabajo de parto empieza, ella está junto a la mujer y su pareja hasta el final. Todas las necesidades se han establecido, y se ha acordado de antemano de qué manera la doula puede ayudar a la mujer en el parto, tras él y con el nuevo bebé.

El mayor beneficio que ofrece una doula, es tener a alguien a tu lado durante una experiencia emocionalmente intensa. Los beneficios del acompañamiento durante un parto han sido demostrados durante las últimas décadas.

Varios estudios han demostrado que las doulas ayudan a reducir tiempo dedicado al trabajo de parto; se reduce estrés, ansiedad, y se mejora el vínculo con el bebé después del nacimiento en comparación a las madres que dieron a luz sin la presencia de una doula. De la misma manera ayuda a empoderar a la mujer y mejorar la salud prenatal. Aunque no se puede determinar de manera concluyente que tener una doula es la razón de unos resultados positivos en el parto, merece una consideración.

Según el libro “Mimando a la madre, cómo una doula puede ayudarte a tener un nacimiento más corto, fácil y sano” de Kennel, Klaus y Kennel. Una doula puede facilitar las siguientes diferencias:

  • 50% reducción en cesáreas.
  • 25% parto más corto.
  • 60% menos peticiones de epidural.
  • 40% menos uso de oxitocina sintética.
  • 30% menos uso de analgésicos.
  • 40% menos uso de fórceps.
  • Mejora el vínculo padres-bebé.
  • Menos problemas con la lactancia.
  • Menor incidencia de depresión posparto.

Un estudio de la universidad Case Western Reserve en Cleveland, Estados Unidos, mostró que mientras el 63% de las mujeres que no tuvieron el apoyo de una doula necesitaron de una cesaría tras la inducción del parto, solo un 20% de aquellas que tuvieron a una doula.