Lo que se plantean las embarazadas sobre la lactancia suele ser:

• Daré el pecho si es que puedo.
• ¿Tengo que prepararme de alguna manera?
• ¿Cómo se coloca al bebé? ¿Cogerá el pecho?
• ¿Me saldrán grietas?
• ¿Y si me pasa cómo a mi amiga que lo pasó fatal con la lactancia?
• ¿Tendré leche suficiente?

Pues bien, la gran mayoría de las madres están perfectamente capacitadas para amamantar a sus bebés, de hecho, muchas madres producen más leche de la necesaria.

Debemos de saber que para la lactancia no hay que prepararse físicamente, pero si conscientemente, ya que amamantar es un acto instintivo para el bebé, pero para la madre tiene un componente cultural, y requiere de un aprendizaje.

Es muy importante antes de parir y de lactar acudir al parto informada, asistir a grupos de apoyo desde el embarazo, animar a las madres y que sean ellas las que decidan en base a la información.

Desafortunadamente, el tipo de parto puede influir en el establecimiento de la lactancia, cuanta más intervención mayor será la probabilidad de complicaciones. Por ejemplo:

• Cesaría: El nacimiento por cesaría no retrasa la subida de la leche, pero los protocolos hospitalarios sí pueden influir; como la separación de la madre y el bebé.
• Oxitocina sintética: Puede afectar a la succión del bebé.
• Epidural: Dispara las probabilidades de usar otros procedimientos.
• Parto instrumentalizado: Pueden causar daños en los nervios craneales del bebé que afecten a la succión.
• Fluidos intravenosos: Se relacionan con edemas o ingurgitaciones.

Durante las dos primeras horas de vida del bebé se mantendrá en un estado de alerta y supervivencia, esto favorece la búsqueda del pecho, debido a que las concentraciones de OXITOCINA están elevadas la primera hora posterior al parto, asociándose a la aparición de sentimientos maternales positivos. En determinadas ocasiones el miedo, frío, vergüenza, exceso de luz o ruido, hace que suba la ADRENALINA y la OXITOCINA baje, dándose en el último momento del parto un pico de ADRENALINA en la madre para afrontar el expulsivo, y en el bebé para mantenerse alerta.

Pasada estas 2 horas el bebé se mantiene en un período de letargia y pasa varias horas durmiendo, en este momento es más difícil instaurar la lactancia.

Por eso, y si todo va bien, el recién nacido debe encontrarse piel con piel con su madre durante las primeras horas. Los hospitales deben crear protocolos que eliminen los retrasos rutinarios en realizar el encuentro madre-bebé a no ser que haya una indicación médica. Las rutinas como el test de APGAR pueden realizarse sin separarlo de su madre, los inyectables pueden administrarse con el bebé al pecho, ya que disminuirá el dolor y el estrés del bebé, se puede medir y pesar más tarde al bebé ya que va a pesar y medir lo mismo en el momento del nacimiento que dos horas después. También es importante retrasar el primer baño debido a que el bebé deja un rastro de líquido amniótico que usará para volver al pecho el resto de las tomas a través del olfato. Lo primero que entra en la boca del bebé crea IMPRONTA. De esta manera aprenden la forma del pecho y cómo extraer la leche. Por este motivo debemos evitar que la primera toma no sea el pecho.

Hay muchos beneficios de hacer piel con piel, estos son algunos:

• Calma y relaja a madre y bebé.
• Regula la frecuencia cardíaca y la respiración del bebé.
• Regula la temperatura del bebé.
• Permite la colonización de la piel del bebé con las bacterias de la madre.
• Estimula la alimentación temprana y constante.
• Estimula la liberación de hormonas que ayudan a la lactancia y maternaje: oxitocina y prolactina.

Siendo algunos de los riesgos de separación:

• Bajada de temperatura.
• Aumento de estrés.
• Contacto con bacterias ajenas a la madre.
• Dificultad para establecer el vínculo afectivo.
• Riesgo de estrés post traumático en la madre.
• Aumento del estrés en el bebé y posterior letargo.
• Mayor probabilidad de fracaso en la lactancia.

«Lo peor que le puede pasar a un recién nacido es que le separen de su madre. El lugar en el que debe estar el bebé nada más nacer es en sus brazos» Nils Bergman.