Blog

Cómo dejar el pañal de forma respetuosa

El pañal no se quita, se debe abandonar. Ha de ser el niño el que lo deje. Debemos respetar que sea el niño el que lo deje cuando esté preparado. No existe una  mejor época (como el verano), es cuando el niño se sienta preparado.

¿Pero que pasa sobre los 2 o 3 años? nos dice que ya podemos quitar el pañal. Además, la escuela nos dice que es un proceso evolutivo, pero si por asomo no está preparado ya nos empiezan a decir que tiene pereza, que es vago. Además, nos dicen que es cuestión de hábitos. Que es suficiente llevarlo al baño y sentarlo en el orinal o váter. Sentarlo cada cierto tiempo para que aprenda a controlar los esfínteres, que es mejor en vacaciones o en verano por la facilidad de llevar menos ropa, como si el desarrollo madurativo tuviera que ver si están desnudos o vestidos.

Este desarrollo suele comenzar a los 18 meses y terminar hacia los 4 años más o menos.

Hasta los 5 y 6 años es normal que tengan escapes y aun así no les pasa nada y están sanísimos. Debemos tener en cuenta que cada niño es único e irrepetible con sus etapas de desarrollo y ritmo.

Por eso, lo primero que os digo es: «ya lo dejará». ¡Paciencia! Los adultos tienen prisa en este proceso ya que la escuela o la sociedad imponen quitarle el pañal alrededor de los 2 años.

Lo que tenemos que hacer es observarle y ver que está preparado, que ese momento está cerca. Si se lo quitamos antes de que lo esté, podemos ir en contra y tardar más tiempo del que se supone que iba a tardar según su ritmo, lo puede relacionar con un episodio emocional negativo, por lo que se supone que se puede prolongar o dejarle secuelas psicológicas que años después saldrán por algún sitio.

Es muy importante saber lo que NO haremos:

– Para poder orinar y defecar tiene que poder cerrar el esfínter voluntario. Si a un niño   se   le   ha   pedido   que   controle   antes   de   ir   al   baño,   puede   causarle estreñimiento porque ha sido un proceso forzado, ha sido por entrenamiento, se ha esforzado su sistema nervioso sin estar preparado. 

– No castigaremos ni le daremos disgusto si se lo hace encima, no manipularemos al niño si hace pipi o caca o le prometemos cosas.​

– No lo sentaremos constantemente.

– No lo entretenemos cantando canciones, contándoles historias. La forma de algunos libros de quitarle el pañal es un error.

– Si hace pipi o caca es por casualidad, no porque tenga conciencia.

– No elegimos el día que nos venga mejor como vacaciones o verano…piensan que al estar desnudos será más fácil, no tiene que ver, cuando llega el momento da igual que vaya en bañador o de invierno, llega cuando está preparado.

Algunos indicios que nos dice que el niño está preparado son:

– Si al cambiar el pañal está seco o vemos que permanece seco durante muchas horas.

– Comienza a preguntar por el W.C.

– Nos avisa cuando se hace algo en el pañal (pipi o caca). Y te dice que lo cambies porque esta sucio.

– Es capaz de subir y bajar escaleras y correr con firmeza.

Cuando vemos todas estas situaciones podemos empezar a hablar con ellos.

– Comprar ropa interior con él/ella.

– Comprar un orinal o adaptador para el WC. (que lo elija el/ella.)

– Ir al baño con la puerta abierta para que nos vea o que entre con nosotros.

– Preguntarles si quieren ir al baño, y si dicen que no, se les respeta.

Si ya ha dejado el pañal, empezamos con el diurno, el nocturno es más complicado porque están en la fase rem del sueño y aun no controlan los esfínteres. Podemos preparar un espacio en el baño acorde a su altura. Como es un orinal, un asiento, ropa interior, papel higiénico, un escalón para subir al reductor, algún cesto para echar la ropa sucia. Es muy importante ponerlo a su alcance para fomentar la autonomía, de esta forma se sentirán motivados para ir las veces que quieran y sin ayuda, creándole una cierta tranquilidad y confianza.

Tememos que tener en cuenta que si al principio tienen escapes no pasa nada. Hay que animarlos con frases como: La próxima vez a ver si conseguimos llegar al baño a tiempo. También se le puede dar un abrazo o un mimo porque se puede sentir mal, le podemos decir que la próxima vez puede avisar un poco antes.​

Y muy importante saber que este proceso no es lineal, es decir, un día quiere hacer y el otro no. No porque vaya una vez irá todos los días.

 Tener en cuenta que, igual que no obligamos a un niño a andar y a hablar, con esto tenemos que hacer lo mismo.